CIUDAD DE MÉXICO (25/ABR/2012).- Los fanáticos de Pulp vivieron 150 minutos para recordar el resto de sus vidas. Así fue la visita de la agrupación británica al Palacio de los Deportes, el lunes pasado, donde se reunieron 18 mil asistentes.
Ciudad de México, abril24, 2012.- ¿Qué es lo mejor que puede esperarse de un grupo de rock? Que estén dispuestos a morir en el escenario. Eso es Pulp. La legendaria banda británica formada a finales de los años setentas, vino por primera vez a México. El reencuentro y la gira que ahora los trajo al Palacio de los Deportes este lunes era absolutamente inesperada después de haberse disuelto hace años.
Un impresionante concierto, emotivo y cálido. Una espera, demasiado larga, para desahogar el ansia de ver a uno de los grupos más sobresalientes de los años noventa.
Alcanzaron la cumbre de su fama en 1995 con el álbum Different Class, en el que diluyeron su anterior estilo oscuro, con letras extraordinarias y potentes arreglos que lograron un delicado equilibrio entre el rock y el pop. Un disco realmente importante y de lo más representativo del llamado Brit Pop. Cuando apareció este álbum, se llegó a decir que habían alcanzado un dominio absoluto del ritmo. Después de verlos en vivo ¿Quién podría negarlo? Sus integrantes, Candida Doyle, Nick Banks, Steve Mackey, Mark Webber, son el suelo perfecto para el desenfrenado Jarvis Cocker.
Cocker, fundador y líder de esta banda, es, además de un extraordinario cantante y agudo observador de lo cotidiano, un atleta olímpico. En las dos horas y media que duró uno de los conciertos más emotivos que los capitalinos podremos recordar, no paró de bailar y brincar por todo el escenario sin perder la elegancia de su traje obscuro y corbata roja... claro, hasta que vino This is Hardcore.
Abrieron el concierto con Do You Remember The First Time? En ese mismo momento comenzó la locura de un público tan cálido y entregado que hizo que Jarvis Cocker lo alabara al final. Tocaron el álbum Differentt Class completo, y varias canciones de los álbums This is Hardcore y His`n`Hers. Agradecidos por el recibimiento mexicano, tocaron un tema que, según el propio Jarvis, no habían tocado en vivo, Little Girl (With Blue Eyes).
El excéntrico y carismático Cocker nunca dejó de bromear entre canción y canción, llevándonos -con su natural histrionismo- de la risa al llanto, como arrastrados por un torbellino en el que los recuerdos y la nostalgia de los años noventa aparecieron deslumbrantes.
El público salió en shock, algunos sin poder parar de bailar, otros, sin poder hablar. Son impresionantes y rotundos. Lograron un ambiente de intimidad con los 18 mil espectadores que abarrotaron el lugar. Hubo fuertes ovaciones cuando Cocker presentó a los miembros de la banda, pero un clamor resultó significativo cuando hizo notar que uno de sus guitarristas acompañantes estuvo ahí tocando con la mano derecha enyesada.
Ahora sí, nosotros podremos recordar la primera vez. Ellos también. No podrán olvidar al público mexicano.
Por: Alan Ramírez Ayón
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