Tres años después de recibir una crítica, el músico se reencontró con el autor de la misma y quiso venganza.
Parece que Keith Richards es de los que ni perdona, ni olvida. Sí como yo, creías que un artista como él estaría por encima del bien y del mal y ni se molestaría en leer lo que se publicara sobre su persona y que menos aún haría caso de lo que una mala crítica pudiera decir, estábamos equivocados.
Hace tres años, Markus Larsson, un periodista musical del tabloide sueco Aftonbladets, publicó una crítica tras asistir al concierto de los Rolling Stones en Gotemburgo en 2007, que molestó profundamente a la estrella de rock. Les dio una puntuación de 2 sobre 5 y les llamó amateurs, aparte de decir que Richards había salido al escenario en estado de embriaguez y por ello no pudo ejecutar bien el riff de “Brown Sugar”. Richards, en su momento, pidió al periodista que se retractase, a lo que este se negó, alegando que era una opinión personal y que estaba ejerciendo su libertad de expresión.
Hasta ahí todo bien. Un músico que se ofende por una crítica. Pero el destino quiso que tres años después, los protagonistas de esta historia se vieran las caras durante la presentación de Life en París, la biografía que Richards acaba de publicar. Tras 10 minutos de entrevista, el músico reconoció al periodista y se dio cuenta de que fue el mismo que en el pasado lo criticó, por lo que no dudó en amenazarlo y golpearlo en la cabeza.
El propio periodista ha declarado además que el guitarrista le susurró antes de marcharse: “Tienes suerte de salir de aquí con vida”. “Sus ojos se volvieron negros y estaba totalmente furioso”, explicaba Larsson. "Se levantó y preguntó si podíamos apagar las luces y resolver el incidente en un momento. Al principio me sorprendí, pero después vi que iba en serio y me sentí incómodo. Simplemente quería salir rápidamente de allí”.


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